ÍNDICE DEL AÑO 2021

Hace ya 21 años que parecía se iba a acabar el mundo con el famoso efecto 2000. En todos los cambios de milenio auguraban nos iban a pasar todas las penalidades del mundo. Antaño problemas religiosos, ogaño problemas informáticos y otros, siempre tratan de asustarnos con algo, o bien los visionarios agoreros, o bien los interesados para que compres una alarma porque te van a entrar en la casa (cuando te entran desde las eléctricas y los bancos), o te suscribas un seguro médico privado, siempre arrimando el ascua a su sardina. En esta entrada del blog se refleja un índice para aquel o aquella que desee buscar alguna entrada determinada, pero lo más importante que se manifiesta es que ha pasado un año, y lo que es peor que tenemos un año más y uno menos, que es más grave aún.

A mí particularmente, por lamentables problemáticas de salud propia y de Conchi, y otra serie de vicisitudes, normalmente relacionadas con el almanaque también, cada vez me cuesta más trabajo rellenar el blog. Posiblemente se llame eso que las musas te abandonan porque estas no quieren nada con vejestorios. Luego están los frenos externos, desde que empezó la pandemia hacemos poca vida de relación con los demás, por las naturales precauciones. No vamos a determinados eventos en los que se presiente va a ver un considerable número de personas, y eso recorta más las posibilidades de comentar estos acontecimientos. Pero tratar de buscarle una explicación al decaimiento de la inspiración es como tratar de ponerle puertas al campo, imposible.

Sin olvidarnos de una serie de relaciones complicadas normalmente con albañiles (similar a lo que sentía el torero Rafael Guerra en la plaza de toros de San Sebastián), obras en la casa y problemas de índole burocrático, que te hacen algunos ver como tienes amigos que te aprecian aún, y están ahí para ayudarte, y luego tienes otros que pensabas lo eran y ni siquiera se han dignado preguntarte por los problemas familiares, que dicho sea de paso han sido muy graves en los últimos años. Con su pan se lo coman. Tampoco quiero olvidar la situación política, porque aunque los de derechas digan que no saben de política, o no son políticos, mientras te están lanzando una diatriba siempre miserable en contra del gobierno, se supone que de izquierdas, están haciendo política pero barriobajera. Y la sensación política en general, por el bajo nivel de algunos, nunca podemos decir todos, es de hastío completo, sumado al del deterioro de las instituciones y el bajo nivel democrático de quienes deberían velar porque cumplieran su cometido. 

Ese panorama de país, la cantidad de granujas que hay, el bajo nivel de la justicia, el analfabetismo político, el manejo de prensa y televisiones tendenciosas, normalmente favorable a las derechas, acentúan la huida seguramente de las musas, si las ha habido alguna vez activas. Y lo que habitualmente enmarca el paso inexorable de los años, es la felicitación por las fiestas de GOVAL que, puntualmente te hace recordar con su irónica acidez el mundo que nos rodea y lo poco que hacemos para remediarlo. Reconozco que soy muy pesado a veces. Tengo un amigo del que me parece estoy abusando más de lo permitido. Le dije -Muchas gracias por aguantarme. Hablamos de tiempos pasados, de compartir malos momentos y me dijo: -En esos momentos yo tuve siempre un amigo al lado. Me emocioné.