El ojo central del puente
Hoy el paseo, en un intento de recuperarme de los malos ratos de la semana pasada, de eliminar los restos del venenoso paracetamol (antes era Okal) analgésico para el catarro (este año ha habido vacuna antigripal, claro no es gripe) y que en los próximos análisis de primero de año no figuren, a pesar de haberlo tratado con la acetilcisteina, su contraveneno, me he dado un paseo por la Campiñuela. Primero, inagotable el venero del puente de la autovía que vierte sus aguas en el Arroyo de Pedroches, que corre, lo que es una alegría. Agua que podría servir para el riego del Parque de Levante (¿?).
Ojos occidental y central
Subida al lomo de asno desde el noreste
Luego, puente del ferrocarril donde creo que Gabriel, mi hijo menor, se fracturó en esa aciaga semana citada la clavícula, con intervención quirúrgica posterior. Después porque el frío era intenso giré para el Molino de los Ciegos, no sin antes ver el cenotafio al recuerdo de un chico joven fallecido en accidente ahí mismo, en la cuerva y que sus amigos y familia no olvidan, como no podía ser de otra manera, pero la fecha, y aquí está el problema del tiempo es de hace nueve años. Corre que se las pela.
Tramo de losas del pretil hurtadas
Otra vista desde el noreste, al fondo las cocheras de Aucorsa
Molino de los Ciegos posiblemente con ocupas, no estoy seguro porque no me acerqué, y el reformado puente sobre el arroyo Pedroches, que fue romano, visigodo, árabe, y medieval, porque de esas civilizaciones tiene huellas, aunque la última es de 1995, hace 22 años. Pero la pena es que somos un país de miserables, bueno todos no, unos muchos, partiendo de la enseñanza que dan los ladrones de algunos gobernantes, y que toman al pie de la letra los de abajo.
Ojo occidental por el que pasaba buscando el depósito el Aqua Nova Domitiana
Han hurtado unos diez metros de losas que remataban el pretil del puente, en su lado norte. Desaparecidas porque no están en el suelo del cauce, de donde no hubieran podido irse por sus grosor y peso correspondiente (Ojo, el hurto no es de ayer). Es verdad que siempre ha ocurrido a lo largo de la historia, la utilización de las piedras de las antiguas construcciones para construir otras: columnas de la Mezquita, San Jerónimo de Valparaíso, y muchos etcéteras, pero en el siglo XXI me parece una salvajada que un miserable se lleve unas losas, seguro para su propiedad del quiero y no puedo, ya que es lo habitual.
Ojo oriental y parte del central y el arroyo corriendo
Ya se llevaron, pocos días después de su inauguración, un gran porte de cantos rodados que configuran su tablero, que en su parte alta sigue teniendo una enorme calva. Afortunadamente parece que el canto rodado no se lleva ahora, si no hubiera quedado terrizo. Por lo tanto la calva de cantos rodados no ha ido a más, pero el pretil ha quedado sin diez metros de losas. El puente queridos miserables, es un Bien de Interés Cultural, es patrimonio de nuestros hijos y nietos, lleva por la parte más corta dos mil años, por favor... Podían haberse llevado las traviesas viejas que ADIF abandonó en la entrada del túnel, hacia Fátima, debajo de sus vías (en sus terrenos eso sí) y así hubiera quedado limpio el entorno.
Vácie de traviesas viejas de ADIF
Dice un articulista de InfoLibre: "Ese es nuestro problema, carecemos de honestidad colectiva, de ahí la corrupción rampante y el silencio ciudadano. Un país que vota a corruptos tiene una avería en su sala de máquinas."
Algunas entradas del Blog sobre el entorno:
Fotografías del autor
Bibliografía del Blog y IAPH