¡Este niño es un tabardillo! ¡Vaya tabardillo que está hecho! Esas eran frases muy habituales que te decían en tu casa o que oías referidas a otros compañeros. Ya se emplean poco, o por lo menos no las he oído en generaciones inferiores a la mía y es una lástima como se van modificando los modismos y sobre todo el idioma que, al ser un elemento vivo incorpora constantemente otras palabras que antes se desconocían. Le he preguntado a jóvenes que son los serones de un borrico y no lo saben, sin embargo saben lo que es un bit y un byte, bueno más o menos.
Pero a lo que voy, ojeando las fichas de defunción de los libros 991-993 de 1841 a 1844, porque estaba buscando la de un familiar de un amigo, me llamó la atención un fallecimiento el día 7 de julio de 1841, de un niño de corta edad, 4 años, Rafael de los Ángeles Rosales Baena, que vivía con sus padres Francisco Rosales y María Antonia Baena en la calle Miraflores, 24, del barrio del Espíritu Santo y que fue enterrado después en el cementerio de la parroquia, que ahora ocupa un bloque de viviendas de su costado oeste. Hasta aquí todo normal, cotidiano, pero en la causas de la muerte ponía, "Tabardillo".
Tifus
Estas fichas son una fuente de curiosidades y alguna hasta jocosa, sobre todo cuando dicen en muchas de ellas que la causa de la muerte es, 'de repente', como si el tránsito así no lo fuese. Claro hay que comprender, en estos casos, que lo repentino es no existir causa que la justifique, que la debe tener evidentemente, pero que el que certifica no la intenta averiguar y a lo peor ni le interesa. Es como cuando en las listas de asesinados en la incivil guerra, la causa es hemorragia, o parada cardiorespiratoria, cuando las personas asesinadas tenían un orificio de bala -en el mejor de los casos, por aquello del tiro de gracia, que se las trae llamarlo así-, en el cráneo.
Oleo de niño enfermo, Armando Lira
Si se es curioso, en el buen sentido de la palabra, cualquier cuestión te hace buscar e investigar sobre ella para dilucidar las dudas y como me había llamado la atención busqué sobre ello y apareció: "Tabardillo: Enfermedad peligrosa que consiste en una fiebre, que arroja al exterior unas manchas pequeñas como picaduras de pulga y a veces granillos de diferentes colores como morados. Se llamó así del latino ‘tabes’, que significa putrefacción, porque se pudre y corrompe la sangre y Tifus: Género de enfermedades infecciosas, graves, con alta fiebre, delirio o postración, aparición de costras negras en la boca."
Charles Nicolle, Nobel 1928 por sus trabajos en la transmisión del tifus
Y la R.A.E. dice: "tabardillo, Cf. b. lat.tabardilii y port. tabardilho. 1. m. coloq. insolación ( malestar por exposición excesiva al sol). 2. m. coloq. Persona alocada, bulliciosa y molesta. 3. m. Med. p. us. tifus ( enfermedad infecciosa). tabardillo pintado 1. m. desus. tifus exantemático." Luego existe una amplia recopilación de detalles sobre el famoso tabardillo, Covarrubias escribe 'tavardillo', y dice: "Mal peligroso, y lo fue mucho a sus principios, antes que los médicos acertasen su cura, arroja fuera unas pintas leonadas, o negras, y las que son coloradas, son menos peligrosas y mas fáciles de curar, como no se 'bueluan' a entrar en el cuerpo; parece 'auerse' dicho del nombre tabes. it, y lo mas cierto es ser Hebreo del verbo 'tauab', signare por señalar al paciente, y pintarle con las dichas manchas."
Camilo Pierre Subleyras, S. XVIII epidemia
La acomodan después, como hemos visto en la respuesta de la R.A.E., cuando le llaman pintado, al tifus, que ya parecen palabras mayores. Hay que temer la utilización del diminutivo. Como cuando te pica una pulga, abeja, o peor, garrapata, bueno el peor lo es si eres alérgico al veneno de los aguijones de las laboriosos insectos, que si no tienes el antídoto cerca te puede llevar al "de repente"citado. Pero según los textos, han sido muchos miles de personas los que se ha llevado el dichoso tabardillo. Aunque el fondo uno, pueda parecer un tabardillo para los amables lectores.
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