Calle Lineros cuando se llamó Emilio Castelar
Hay un lugar en la ciudad, que configura la confluencia de las calles Mucho Trigo, Consolación, Lineros, Carlos Rubio y D. Rodrigo, así en el sentido de las agujas del reloj y que localmente se llama las Cinco Calles. Nosotros nos vamos a centrar en una de ellas, Lineros, que empieza en el Potro y acaba en esta plazuela citada, sin nombre oficial. A la calle Lineros, desembocan dos calles Candelaria y Badanas, y dos callejas sin salida, o barreras como decía D. Teodomiro, Vinagreros y Gragea.
Una vista desde el Potro siglo XIX
Su trazado aéreo (Foto GoolZoom)
Esquina del Potro
Hubo un tiempo que se llamó Emilio Castelar, Presidente de la I República Española. Durante la dictadura fascista llevó el nombre de un militar de igual ideología, en cuya conciencia, si acaso la hubiera tenido, cosa que dudo, estarán apuntados los miles de asesinatos cometidos, en los tres años de terror que gobernó esta ciudad, junto con sus brazos ejecutores Pardo y Bruno, otros dos asesinos, que como el primero y muchos colegas suyos murieron en su cama. Al de la calle le regaló "Córdoba", hasta un chalet en el mejor sitio de la ciudad.
Calle Badanas
Calleja Gragea
La calleja de Vinagreros se llama así, dicen, por haber vivido en ella un empresario de ese vino, y Grajea, que se llamó Gragera por el apellido de un Jurado vecino de ella. Parece que se comunicó con Armas, y ha existido el proyecto de volverlo a hacer en la actualidad. Otra comunicación prevista es Badanas-Ribera. En este barrio existe una notable profusión de calles con los preciosos nombres de los gremios que las habitaban. Armas, Librería, Badanas, Zapatería Vieja, etc. El nombre de Lineros procede de los trabajadores del lino. En ella se hacían las faenas necesarias para la manufacturación de ese material, rastrillado, cambio de libras hiladas y almacenaje.
Calleja Vinagreros
Calle Candelaria
También se llamó del Caño de Vencesguerra, por una cloaca romana que hay en ella. Ya la cita Cervantes en una de sus obras, tachándola de maloliente lugar. Hay un libro muy interesante de Juan Pérez y Paco Paños que se puede consultar:"La sombra de Cervantes en Córdoba", Editorial Utopía. Podemos intuir el trazado del caño fosilizado en el plano catastral. La cloaca es en algunos sitios cubierta y en otra con arcos descubierta, ahora está desaparecida, en la trama urbana. Parece que en la conquista de Córdoba entró por ahí Vicente Guerra con su gente en 1296. Recoge aguas de la plaza del Salvador, San Miguel, Maese Luis de paso, Puerta Nueva y otras cloacas. En las inundaciones era la causa de entrada de agua del río a esa calle. Hay algunas riadas en las que citan que las barcas navegaban por ella.
Aparcamiento de Bodegas Campos
Gradilla de caliza micrítica
Había un mesón o posada, que ha estado hasta hace poco, que se llamó de Vencesguerra, ahora es bloque de viviendas. Como curiosidad, decir que encerraban en su patio unos de los dos pianillos callejeros de Córdoba. Y en él fue asesinada "la Tizná". Frente existe actualmente un establecimiento muy conocido de restauración que antes fue bodega de vino; Bodegas Campos. Dice D. Teodomiro que una de sus casas tenía como gradilla de entrada un trozo de losa de sepulcro romano, pero no he podido encontrarla. Si hay muchas gradillas en casas de la calle, de caliza micrítica de la cantera del Rodadero de los Lobos.
Donde estuvo la residencia de la ONCE
Placa en la casa nº26, homenaje a Ricardo Molina
En la esquina de la calle Candelaria existe aún un retablo dedicado a San Rafael que se salvó por la petición de los vecinos, de la Orden de 1841 de Izardi, de quitar todas las imágenes religiosas de las calles. La finalidad en ese tiempo de los altares callejeros, era aprovechar la iluminación de los mismos para alumbrar las calles, ya que no existía otra. Tenía cuatro faroles y solo queda uno. El retablo lo centra San Rafael, con San Acisclo y Santa Victoria flanqueándolo. Nuevamente está volviendo la moda de los altares callejeros, raro es el barrio donde no te encuentras uno.
Placa en latín al lado del altar de Candelaria
Altar de San Rafael esquina Candelaria
Ya hemos dicho muchas veces que Santa Victoria se supone no existió, y su existencia la deducen de un texto que decía "la Victoria de Acisclo", y le adosaron a Acisclo una hermana -a lo mejor siguiendo el criterio de Moganbo-, pero tampoco vino Santiago a Galicia y no pasa nada. El autor de los cuadros es Antonio Monroy. En una hornacina con una reja, existe una virgen bajo la advocación de la de Linares. Hubo otra pero un desalmado la destruyó y una señora la financió en 1801, a su vez puso una inscripción en latín en la pared de Lineros que dice:
Placa de la leyenda de Cervantes en la calleja de Gragea
Azulejo de Tomás Egea en el tacón de la calle
"Córdoba, reconocida siempre a su Custodio, ofrece á San Rafael Arcángel este monumento, erigido con las limosnas de personas piadosas en desagravio de la injuria sin testigos inferida a la antigua imagen por mano enemiga, el dia 22 de Enero del año corriente de 1.801. Y en prueba de agradecimiento por haber visto nosotros salvar a nuestra Ciudad de la amenazadora y mortífera epidemia que devastaba la baja Andalucía y ciudades comarcanas. Y porque nada falte a la piedad de los cordobeses J así mismo á la Santa Virgen María bajo la advocación de Linares y a nuestros titulares Acisclo y Victoria, con espíritu gozoso lo consagran."
Puertas nobles del restaurante
Tiene el altar otras inscripciones, debajo del tejadillo y a ambos lados de las iniciales JHS dentro de un sol radiante, existen las de: "Buena es la oración con el ayuno y mejor la limosna que tener guardados los tesoros, TOB. c. XII v. VIII" y "Mas los que cometen pecado e iniquidad enemigos son de su alma. Tob. c. XII v. X". Debajo dice: "Medicina de J. Baxo la sombra de tus alas protégenos"Luego existe otra inscripción que señala que el "Altar propiedad de Excmo. Ayuntamiento" y debajo el metálico cepillo. En esa acera dos casas arriba en dirección al Potro, existía una casa residencia de invidentes, de lo que hoy es la ONCE, que ya está casi construida.
Lo que fue Casa Blas, y la gradilla donde estaba la bicicleta o su esqueleto
La antigua Posada de Venceguerra
En la casa número 26 actual, hay una placa orlada con la efigie de Ricardo Molina, que le dedicó Antonio Mairena con motivo de sus bodas de oro con el cante, que dice: "En esta casa creó su más importante obra literaria y flamenca el Eximio poeta Ricardo Molina Tenor, su colaborador Antonio Mairena en sus bodas de oro con el cante le dedica el presente recuerdo, Córdoba, Diciembre de 1979". Más hacia el Potro, estuvo aparcada muchos años, delante de un establecimiento -la tabernilla de Blas-, en la gradilla, una bicicleta de la que solo quedaba su esqueleto. Todos los días las ponía el dueño allí. La bicicleta desapareció y el establecimiento también.
Mucho Trigo y Consolación, Cinco Calles
Don Rodrigo, Cinco Calles
Carlos Rubio, Cinco Calles
Lineros y El 6, Cinco Calles
Por la parte de las Cinco Calles, estaba en la esquina con Carlos Rubio, la Taberna El 6, que aún continúa pero con otros propietarios, en la otra esquina estaba la Taberna Los Mosquitos, que ahora está en Carlos Rubio. La casa de al lado de la Taberna el 6, la tuvo un bohemio amanuense que la tapizó de textos escritos en escritura gótica y de otros estilos. Con su fallecimiento el nuevo propietario la limpió del todo. Tuve una conversación hace tiempo con el bohemio y me dio la solución a los problemas económicos de Córdoba y el país, todo se solucionaría con el "oro alemán". También me dio algunas soluciones arquitectónicas para algunos monumentos.
La casa de bohemio amanuense y el portal que fue la barbería
Pepín Muñoz Estévez, el barbero de Lineros
En esa misma casa tuvo muchos años su peluquería el malogrado Pepín Muñoz Estévez, una excelente persona, conocedora de muchas historias del barrio y abuelo que fue de mis nietos Claudia y Alejandro y por ende, mi consuegro. Como para mí el cielo de los cristianos, es tener un buen recuerdo de las personas, Pepín estará de sobra y seguro, por la parte que a mí me atañe en ese cielo. Frente, casa arriba o casa abajo, de la Peluquería, tenía el Sr. Hernández una bodeguilla, este señor es el padre del mejor grabador que ha tenido Córdoba, Pepe Hernández, que tenía el taller con su hermano Paco, en la calle Consolación, donde vivían. Luego decir que, esa calle fue mi calle de paso diario, a casa de mi novia, a pelar la pava, durante diez años -que se dice muy pronto-. Y las Cinco Calles "punto de espera del martirio del amor" unos meses, antes de entrar a su casa.
Fotos del autor, GoolZoom y AMC
Bibliografía Paseos por Córdoba, D. Teodomiro Ramírez de Arellano