Detalle de la situación de los órganos
Entre el esperpento “ferreriano” de la momia, algunos medios pesebristas cansinos, el coñazo de la repetición electoral por un caprichito de "Sánchez I el Ingrato"-que le puede salir rana según J. Évole-, sin olvidar mis limitaciones físicas por el proceso de merma de salud que estoy sufriendo, sumado a la edad que no es moco de pavo y a los problemas de columna de Conchi, estoy abandonando costumbres arraigadas, que no sé cómo y cuando retomar, a sabiendas de que se recrudecerán las dificultades cuando el tratamiento entre en la fase de la radioterapia que me ocupara unos minutos al día pero que son muchos más. Incluyo en ellos la preparación previa, y recuperación posterior, cinco días a la semana por lo menos, y en el mejor de los casos casi dos meses. Es, como es lógico desear pocos efectos secundarios, pero sin duda los habrá porque la radiación ionizante está actuando para destruir un tejido dañado y al lado hay nervios y órganos cercanos sanos que se afectarán y otros que dejaran de actuar como tales. A pesar de la profesionalidad de los doctores y radiólogos y la precisión que tratan de emplear, no es fácil el trabajo y nada será igual después de empezar.
Ecografía de la próstata
Cuando a Conchi le llegó la hora de la menopausia, ese estado de las mujeres pesado y complicado en algunas, pues todas las menopausias no son iguales, nos dijo el doctor que procedía un tratamiento hormonal, yo conocedor por la literatura médica de los contras le hice al doctor una pregunta: -¿Usted le pondría el tratamiento a su mujer? y me dijo taxativamente que no. Eso demostraba que eran más los contras que los pros. Y nosotros no lo hicimos. Afortunadamente la cosa no fue a más y aquello pasó de la mejor manera. Ahora yo, lo mismo que muchas personas que conozco estamos inmersos en una especie de castración química, con un tratamiento de inhibición hormonal. Primero unas pastillas para contrarrestar el choque de las inyecciones. Que son unas inyecciones mensuales, trimestrales o semestrales, de liberación prolongada, en función de los parámetros de agresividad del mal en cada paciente. Es, clínicamente la temporal ayuda al problema de desarrollo del cáncer de próstata. Remedio que como menos malo hay que aceptar, porque el desarrollo del problema origen es peor.
Diferentes etapas de la enfermedad
Para evitar el daño de otros tejidos sanos con la radiación, me tienen nuevamente que intervenir introduciendo con el mismo mecanismo usado en las biopsias, un ecógrafo y unas agujas por el recto, unas partículas de un metal noble, dicen que de oro -que pueden valer más que el portador-. Es lo que llaman marcas fiduciales, que delimitan los contornos de la próstata, para que luego el TAC de posicionamiento pueda visualizarlas, y poder hacer un tatuaje exterior para apuntar lo mejor posible el haz de radiación ionizante al órgano en cuestión, tratando de evitar radiar el recto y la vejiga. Lo que ocurre es que a ese órgano lo cruza por medio la uretra y nervios que controlan otros, que inevitablemente se verán afectados con los consiguientes problemas añadidos, algunos irresolubles. Siempre estimando como menor el daño que causan las radiaciones que el que tratan de contrarrestar y claro la balanza, dentro de lo que cabe, es positiva. Si lees los contras desde luego no firmas la autorización, lo mismo que si lees el prospecto de las medicinas que te tomas no te las tomarías.
Detalle de las marcas fiduciales
Aunque presentes una pantalla exterior de buen ánimo, aunque aceptes, porque no tienes más remedio las cosas, son inevitables horas bajas, que procuras no exteriorizar y superar los baches. También es verdad que todos los dedos se te antojan huéspedes a la menor señal extraña o desconocida. Las costumbres que estoy abandonando son las de salir por la mañana al campo, haga calor o frío, llueva (ojalá) o nieve (también ojalá por lo del año de bienes), con carácter diario. Bien subir a las Ermitas a menor ritmo que los toreros lógicamente, profesionales que cada vez te encuentras menos, y es natural con el declive de esa afición, o por otros senderos de los muchos hermosos que tiene nuestro entorno, Vereda de Trassierra, Cuesta de la Traición, Santo Domingo Arroyo de Pedroches o Loma de los Escalones, sin olvidar la Canchuela por el oeste y la Alcaidía por el este, y como no los contornos sufridos del Bejarano y el Molino. Pero lo cierto y ya lo he dicho, nada es igual después de estos acontecimientos que te han tocado en suerte y que, como todo, están en el bombo.
Nota: Vaya por delante la exquisitez de los profesionales de medicina y enfermería de la Unidad de Radioterapia Oncológica del Hospital Provincial de Córdoba, que al límite de sus posibilidades profesionales se multiplican y apenas se notan las carencias de personal y medios.
Imágenes de Internet de las que ignoro la autoría
Bibliografía de comentarios médicos.