Cuando digo que los comentarios son siempre lo mejor del Blog, no exagero, independiente de los anónimos insultantes, que además te sirven también para considerar que determinadas personas y el fanatismo exacerbado que los alumbra, son cada día más y más peligrosos. Son elementos ultras que por sus comentarios parecen estar descerebrados. Se puede ser crítico pero lo que no se puede ser es un cafre. Y luego están los que estimulan, los que alimentan la curiosidad, porque cualquier persona puede encender ésta y obligarte a investigar algo que tú no sabías y así poder escribir sobre ello y que los demás conozcan también la curiosidad.
En la entrada “Dos cuestiones referidas al paño oriental de la Mezquita” que surge también por una curiosidad de mi querido amigo Jean Alouf, se publica un comentario anónimo de los buenos, al que contesto como lo hago con ese tipo de comentarios, explicando que si los hacen anónimos, sin que el sistema tenga una dirección de correo donde remitir la respuesta, es como el que le lava la cara a un perro, pues la persona que pregunta no tienen la garantía de recibir la respuesta. En una palabra que te molestas en contestar y no tienes la garantía de que la persona en cuestión haya conocido las respuesta. Sé que puedo parecer seco al reiterar una y otra vez estos extremos, de una forma que se pudiera estimar agresiva, pero peor sería que los ignorara, cosa que podría hacer, ya que está puesto el aviso referido a los comentarios anónimos, es verdad que a los groseros e insultantes.
Decía el Anónimo: “Hola. Quisiera hacerle una pregunta sobre algo que leí hace un tiempo? Es cierto que en la Mezquita hay un grabado o pintura de una estrella de David? ? Y donde está en caso de ser cierto? Gracias.” Y yo le contesté: “Comentarista anónimo: Vuelvo a repetir la misma historia de siempre, los comentarios anónimos no pueden recibir la respuesta del sistema, evidentemente los anónimos que no son insultantes, pues los que lo son y son algunos, no salen siquiera. Claro el anónimo comentarista debe chequear periódicamente la entrada del blog para ver si he contestado. No hay ni un nombre o seudónimo para dirigirme a ti. Esto lo digo siempre porque cuando contesto a un anónimo de esta índole tengo la sensación de no contestar a nadie, pocos (la excepción que confirma la regla no falla desde luego) han vuelto a escribir para agradecer la respuesta, claro si fuere de agradecer.
La Estrella de David central
Respecto a la pregunta respondo con un texto: “en el año 961, Al-Hakan II ordena la construcción de la segunda ampliación de la Aljama al arquitecto Yafar ben Al-Rahaman al Siqlabi, a las órdenes del ministro de finanzas judío Ibn Shaprut Hasday, éste a su vez médico de cabecera del propio Califa. La construcción concluyó el 28 de diciembre de 965, por el coste de 261.537 dinares, y el ministro judío no pagó al arquitecto hasta que no quedó representada en la primera cúpula de la misma (actual Capilla de Villaviciosa) la estrella de David en un círculo, símbolo del Judaísmo, recordando el Templo de Salomón, su hijo, construido aquí mismo.” Saludos.” Y este texto al que me obligó buscar el comentario anónimo, es el que da origen a esta entrada.
Cuando hablamos de la Catedral católica enquistada en la Mezquita, parece que ignoramos que durante muchos siglos hubo otra que a lo largo del tiempo tuvo su coro, su órgano, sus altares y al final, cuando se construyó el Altar Mayor y el Coro actuales, grandiosos eso sin ninguna duda, otra cosa es la oportunidad y el sitio, ésta, la Santa María primitiva de la conquista (cuyo enquistamiento nunca se ha criticado, es verdad que fue más discreto), se abandonó y quedó sólo como lo que fue la Capilla de la Virgen de Villaviciosa, con un par de altares rezagados, con las lápidas funerarias que se llevaron allí y la nave en soledad, su rosetón y vidrieras, que ha sido el sitio donde se instalaba el Monumento de la Semana Santa, aquel que originaba el sonoro concierto del vareos de las colgaduras en la galería oeste del Patio de los Naranjos, para limpiar el polvo acumulado de un año, y que se escuchaba desde mi casa. Eran sonidos como los del reloj, la matraca o las campanas, perfectamente relacionados con cuestiones relativas a la Mezquita-Catedral.
Pero a nosotros nos interesa que hace 1061 años, unos cuantos, Alhaken II inicia la construcción de la segunda Mezquita, la suya, y se queda su Mihrab en lo que hoy son los restos de la Capilla de Villaviciosa, junto a la Capilla Real y la nave de la citada Catedral de Santa María, y que su Ministro de Hacienda, Ibn Shaprut Hasday, que era judío, y a su vez médico de cabecera del Califa, pluriempleado, obligó al arquitecto Yafar ben Al-Rahaman al Siqlabi, que parece remoloneaba queriendo cobrar antes de terminar el trabajo, a colocar el símbolo judaico, la Estrella de David dentro de un círculo, que recordaba al Templo de Salomón en la cúpula del Mihrab, a modo de Huevo de Pascua, que estuvo tapado mucho tiempo con otra cubierta cristiana según deduzco de otros textos, antes de satisfacer la factura por el trabajo. Luego procedió la visita -después de una al Registro de la Propiedad y otra más indeseada a la dentista-, a la Capilla de Villaviciosa y hacer las oportunas fotografías que corroboran la curiosidad.
Fotografías del autor
Bibliografía del blog Mezquita Catedral de Córdoba y de este propiamente